El TOSSIT Dart: Un viaje de ingeniería e innovación continua
Hola, soy Gaetan, el ingeniero y apasionado de la física y la química que está detrás del dardo TOSSIT . Hoy quiero acompañaros en un viaje a través del intrincado proceso de diseño de nuestro dardo, explicando los principios científicos que nos guiaron y compartiendo los retos y triunfos que experimentamos por el camino.
La intersección entre teoría y realidad
Diseñar el TOSSIT Dart fue una experiencia apasionante que me devolvió a mis raíces académicas. Como ingeniero, siempre me han fascinado los principios físicos que rigen nuestro mundo. Comprender por qué los materiales se comportan como lo hacen, hasta el nivel atómico, me resulta especialmente cautivador. Este proyecto me permitió aplicar los conocimientos teóricos a un producto del mundo real, tendiendo un puente entre los estudios y la aplicación práctica.
Peso y distribución: La física detrás de un dardo perfecto
Uno de los primeros retos que afrontamos fue optimizar el peso y la distribución del dardo. Basándonos en estudios y principios de balística, sabíamos que ponderar la parte delantera del dardo proporcionaría estabilidad durante el vuelo. Esto minimiza las rotaciones no deseadas y garantiza que la ventosa aterrice primero, mejorando su capacidad de adherencia.
Experimentamos con varias distribuciones de peso, guiados por los principios de la aerodinámica y la necesidad de coherencia en la masa y la forma. Nuestro objetivo era crear un dardo que no sólo volara recto, sino que también se adhiriera con fiabilidad a diversas superficies.
Forma y longitud: Equilibrio entre aerodinámica y estética
La forma y la longitud del dardo fueron factores decisivos para su rendimiento. Buscábamos un diseño elegante y aerodinámico que redujera la resistencia. Al principio experimentamos con formas cilíndricas simples, pero pronto nos dimos cuenta de que añadir pequeñas alas (ailettes) al cuerpo mejoraba la estabilidad del vuelo al minimizar la rotación.
Las pruebas empíricas desempeñaron aquí un papel crucial. Con recursos limitados para simular con precisión el comportamiento aerodinámico, recurrimos a la experimentación práctica. Imprimimos en 3D más de una docena de prototipos, los personalizamos en el garaje y los probamos en el jardín. Cada iteración nos acercaba más al diseño ideal.
Ventosa: La clave para adherirse
El material y el diseño de la ventosa son vitales para que el dardo se adhiera bien. Elegimos una silicona ecológica de alta calidad con un durómetro inferior a 40, lo que garantiza que sea lo suficientemente blanda como para crear un fuerte sello de vacío en diversas superficies.
Tras probar diferentes tamaños y formas, nos decidimos por una ventosa cóncava de 40 mm. Este tamaño consigue un equilibrio entre adherencia y facilidad de compresión, lo que la hace perfecta para nuestras necesidades.
Materiales e impacto ambiental
Como persona muy preocupada por la sostenibilidad medioambiental, quería que nuestros dardos fueran lo más ecológicos posible. Optamos por la silicona reciclable, que mejora la huella ecológica de nuestro producto. Esta elección no solo beneficia al planeta, sino que también tiene eco entre nuestros clientes concienciados con el medio ambiente.
De los prototipos a la producción en serie
Mejora continua: No conformarse nunca con menos
La calidad y el rendimiento no son estados fijos; forman parte de un proceso de mejora continua. En TOSSIT invertimos mucho en investigación y desarrollo, buscando constantemente formas de mejorar la experiencia del jugador. Realizamos extensas sesiones de pruebas con nuevos usuarios, simulamos el rendimiento en máquinas potentes y recopilamos datos empíricos para fundamentar nuestras decisiones de diseño.
Retos de futuro: Hacia un futuro sostenible
Nuestro mayor reto de cara al futuro es conseguir reciclar la silicona utilizada en nuestros dardos. Nuestro objetivo es reciclar la silicona de nuestros dardos o transformarla en otros productos. Este objetivo forma parte de nuestro compromiso más amplio con la sostenibilidad y la innovación.
Conclusiones: Un dardo para el futuro
